Ya sea en el trabajo o en cualquier otro aspecto de la vida, nuestra productividad y eficiencia dependen de muchos factores.
La motivación que tenemos es una de ellas, pero no es la única: nuestra capacidad para organizarnos y concentrarnos, nuestra capacidad para manejar la ejecución de tareas, y nuestra capacidad para aceptar y responder a los cambios es otro de los muchos factores o factores que lo afectan. Por lo tanto, para aumentar la productividad y la eficiencia, es útil considerar los siguientes factores.
Prioriza tu tiempo y crea un ranking de objetivos.
Después de definir sus objetivos, cree una clasificación para la semana y una clasificación para el año. Pocas personas hacen esto, lo cual es muy importante. Divida los objetivos según la oferta y la demanda. Por el lado de la oferta, hágase las siguientes preguntas: ¿Sus metas reflejan las metas que le gustan y en las que es realmente bueno? ¿Cuál es el propósito de cada meta y qué actividades se llevan a cabo para lograrlo? Por el lado de la demanda: ¿En qué medida su objetivo incluye las necesidades de su empresa u organización?
Mide siempre tus resultados, no las horas.
No mires la cantidad de horas trabajadas, porque no significa que seas más productivo (es decir, creas más valor para la empresa en relación a tu tiempo de inversión). Ahora bien, aunque algunas empresas adoptan esta lógica, el problema es que muchas empresas aún valoran la presencia física de los trabajadores en la oficina.
Por tanto, el desafío es cómo convencer al jefe de que lo que realmente importa es el resultado. Por esta razón, es mejor definir claramente sus expectativas desde el principio, cuánto durarán y cómo medir los resultados.
No le prestes atención a las cosas pequeñas.
Hay demasiadas cosas más allá de nuestro alcance y no son importantes. Por ejemplo, muchos correos electrónicos. Muchas personas revisan su correo electrónico cada cinco minutos, pero es mejor hacerlo cada una o dos horas.
Y cuando lo vea, preste atención solo si el asunto del correo electrónico o el remitente es relevante. Cuando lo abra, decida rápidamente si necesita una respuesta y, de ser así, hágalo de inmediato. Por lo general, es inútil guardar los correos electrónicos pendientes para su uso posterior.
Empieza por el final y no por el principio.
No espere hasta el final del proyecto para escribir sus conclusiones. Es mejor realizar una investigación preliminar rápida y sacar conclusiones preliminares. Continúe, confirme que son correctos y escriba su conclusión final.
Muchas personas pasan de seis a siete semanas reuniendo toda la información que necesitan, hasta que finalmente intentan encontrar las respuestas clave. Este es un método ineficiente de manejar proyectos, porque después de recopilar demasiada información, verá que gran parte de ella es inútil para sus objetivos.